Sin reparar en los temas del terrorismo, el desacuerdo con Taiwán, la ausencia de compromisos firmes en el área comercial y otras, los líderes que asistieron al foro de la APEC dieron a Pekín exactamente lo que deseaba: atención y respeto.
Las medidas de seguridad fueron intensas y el terrorismo fue el tema que dominó las conversaciones. Pero en medio de la guerra antiterrorista que ha inundado la agenda diplomática global, 18 líderes extranjeros se tomaron el tiempo de viajar a Shanghai para un acontecimiento largamente planeado, si bien casi puramente simbólico.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, viajó pro primera vez al exterior luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Aunque canceló sus escalas en Pekín, Tokio y Seúl, llegó a esta ciudad para encontrarse por vez primera con el presidente chino Jiang Zemin.
"El mensaje es: el mundo a venido a China", según Kenneth Courtis, vicepresidete para Asia de la banca de inversión de Goldman Sachs, que asistió a la cferencia empresarial paralela a foro de la APEC.
La cumbre de la APEC es el foro más importante del que China ha sido anfitriona, y fue casi perfecta para un gobierno que aún surge vacilante en la escena mundial.Pekín desea estatura e influencia, pero no está dispuesto a involucrarse demasiado en los asuntos mundiales.
La reunión que oficialmente es un encuentro informal entre líderes económicos, ofrece muchas oportunidades de aparecer en las fotografías y poca necesidad de tomar decisiones importantes. |