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CRIMENES FAMOSOS
Los muchachos buenos hacen progresos

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Max Haines

El arsenal del FBI, de implementación de alta tecnología, simplemente continúa creciendo.

Escondido en los extensos campos de Virginia, a 64 kilómetros al Sur de Washington DC, está la pequeña y pacífica ciudad de Quantico, hogar de la Academia del Departamento de Investigaciones del Estado. El FBI no se publicita. Usted no tiene modo de saber que se está acercando a la Academia hasta que llega a los portones, donde sólo le es permitido entrar al personal autorizado.

Es aquí donde el FBI ha entrenado a sus 11.699 agentes especiales. No es fácil convertirse en un agente especial. Desde 1994, se han recibido más de 100.000 solicitudes. Sólo el 4% son aceptadas. Este año, 750 hombres y mujeres jurarán como agentes especiales.

Desde helicópteros a instalaciones de laboratorio, la Academia tiene todos los instrumentos de aprendizaje para equipar a los agentes antes de ser asignados a las oficinas de todos los Estados Unidos. De particular interés es una pequeña ciudad simulada llamada Hogan's Alley, completa con un banco, salón de billar, moteles, tiendas y residencias. Falsos asaltos, asesinatos y violaciones, son actuados bajo condiciones realistas, aclimatando a los futuros oficiales a lo que ellos podrían encontrar una vez graduados.

El agente especial Terry Nelson, una vez asignado a la Brigada de Terrorismo Doméstico en Miami, se entristece mientras pasamos una serie de fotografías prominentemente exhibidas en las paredes de la Academia. Explica, "fue el 11 de abril de 1986 en que un asalto a un banco anduvo mal en Miami. Los dos asaltantes, Platt y Matix, tenían armas automáticas y todo el asunto se convirtió en un tiroteo. Yo no estaba en el lugar, pero llegué justo después que el tiroteo terminara. Dos de mis colegas, Benjamín Grogan y Jerry Dove, estaban muertos y cinco de los otros agentes estaban heridos, Platt y Matix habían muerto también". Grogan y Dove están en un lugar de honor entre otros agentes que hicieron el sacrificio supremo en el cumplimiento del deber.

En un edificio separado y sin marcas a alguna distancia de la Academia en sí, están las oficinas del Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos, mejor conocido como NICAVIC. Es desde aquí que los agentes son asignados para responder a crímenes violentos donde se requiere un experto en personalidades. Este es el país de "El Silencio de los Inocentes", el filme con Jodie Foster.

El Jefe Bill Hagmaier, líder del Programa para la Aprehensión de Criminales Violentos, (ViCAP), explica que ViCAP promueve la comunicación y la coordinación entre las agencias de los agentes de la ley y provee respaldo en la investigación de los delincuentes seriales violentos.

En su posición, Hagmaier es probablemente el individuo mejor calificado en el mundo sobre el tema de asesinos en serie. Señala que mientras la definición de un asesino en serie tradicionalmente involucraba tres asesinatos con un espacio de tiempo entre los incidentes, la definición ha sido alterada a dos asesinatos. La diferencia es importante. Cuando la policía investiga dos asesinatos separados que tienen varios rasgos en común, ahora asumen que un asesino en serie está operando. Una vez que se ha establecido que un asesino en serie está prófugo, los recursos de ViCAP están disponibles para los agentes de la ley locales en cuestión.

Hagmaier está apenado que los Estados Unidos ocupe el primer puesto del mundo en el homicidio "de nuestros propios niños". La diferencia entre EE.UU y otros países es el número de armas. Mientras la incidencia de crímenes violentos, incluyendo asesinato, ha decrecido en los años recientes, Hagmaier cuestiona las estadísticas. Señala que la proliferación de los teléfonos celulares, así como el sistema 911 de pedir asistencia, ha ayudado a reducir el número de asesinatos. También las habilidades y equipos de los paramédicos, además de los modernos departamentos de urgencias de los hospitales. Sin embargo, en los Estados Unidos hay aún un asesino cada 31 minutos, violaciones por la fuerza cada seis minutos y asaltos agravados cada 32 segundos.

En los últimos días antes de su ejecución, el asesino en serie Ted Bundy no quería hablar de sus asesinatos con ningún agente de la ley sin la presencia de Bill Hagmaier. Como resultado, Hagmaier ganó un conocimiento único dentro de la mente de este extraordinario asesino.

Bundy confesó 30 asesinatos, de los cuales 20 han sido probados extraoficialmente. No podía recordar todas las ubicaciones en donde había dispuesto de los cuerpos. Este graduado universitario, con un coeficiente intelectual que se aproximaba a los 130, era lo que Hagmaier denominaba un asesino serial organizado. Poco era dejado a la casualidad. Acechaba a sus víctimas. A menudo conduciría kilómetros para encontrar la ubicación ideal para disponer del cuerpo, llegando a consultar tablas lunares para asegurarse en qué noches habría luna llena. En ocasiones atraería a una joven a su red y pasaría a través de toda la ejecución del crimen, pero la dejaría ir un poco antes del acto de matarla. Bundy estaba ensayando. La noche antes del día en que iba a ser ejecutado, Bundy le dijo a Hagmaier, "Merezco morir, pero no quiero morir".

Pregunté por la motivación impulsora detrás de un asesino en serie, ¿qué los hace hacer lo que hacen? Hagmaier contestó sin dudar, "Deseo".

Siguió explicando que todos tenemos fantasías, pero que el asesino serial ya más allá de pensar acerca de ello, pasa la línea, quizás sexo rudo, quizás con perversiones, hasta que finalmente toma una vida. Su deseo lo hace querer hacerlo nuevamente. Durante la ejecución de su segundo asesinato es más cuidadoso. Con el tiempo se convierte en un experto en matar. Puede ser ayudado por las drogas o el alcohol, pero es el deseo la fuerza impulsora detrás de sus acciones.

"Nunca conocí a uno que fuera insano", dice Hagmaier. "Estos hombres saben lo que están haciendo. Es verdad, muchos tienen rasgos en común como venir de un hogar deshecho, maltrato cuando niños, alcohol, drogas, la tortura de pequeños animales, y una fascinación por el fuego. Pero miles de jóvenes crecen en un medio ambiente similar y nunca matan a nadie".

Bundy retornaba a la escena de sus crímenes para recapturar el sentimiento de poder que había ejercido sobre otro ser humano. Le encantaba jugar juegos. Algunas veces dejaba pistas falsas en la escena para ver cuán buena era la policía para resolver un crimen. Bundy a menudo tomaba fotografías del cuerpo de sus víctimas para revivir el crimen mientras estaba lejos de la escena. Desde 1974 a 1978, Bundy se iba mudando mientras mataba. Del estado de Washington a Utah, luego a Washington, Utah, Colorado, Michigan, Georgia y finalmente Florida.

El 15 de enero de 1978, Bundy entró a la Asociación Femenina Estudiantil Chi Omega, en Tallahassee, Florida, donde mató a Lisa Levy y Margaret Bowman, y lesionó a Karen Chandler y Cathy Kleiner. Dos horas más tarde atacaba a Cheryl Thomas. Afortunadamente, ésta sobrevivió.

Usando una camioneta robada y tarjetas de crédito robadas, fue a Lake City, Florida, donde raptó a Kimberly Diane Leach. Dos meses más tarde su cuerpo fue encontrado en un vaciadero de basura a unos 50 kilómetros de Lake City. Bundy fue arrestado, juzgado y encontrado culpable de la muerte de Leach. El 24 de enero de 1989, fue ejecutado en la silla eléctrica de Florida.

En la noche previa a la ejecución, Hagmaier le preguntó al asesino en serie, quien había escapado dos veces a la custodia, qué habría hecho si hubiera tenido éxito una tercera vez. Bundy le dijo que se habría ido a Canadá.

Era hora de dejar la zona del ViCAP para mi entrevista con el Dr. Dwigth Adams, jefe del laboratorio de ADN del FBI en Washington. Antes de dejar Quantico, el Agente Especial David Miller me presentó a Riley; estaba ocupado royendo un hueso. Juro que dejó el hueso y posó mientras le tomé la fotografía.

En Washington, Adams explica que no hay duda que el análisis de ADN es el arma más efectiva en la lucha contra el crimen desde el advenimiento de las huellas digitales.

Dicho simplemente, el ADN (ácido desoxirrobunonucleico) es el material encontrado en células genética. Es pasado de padres e hijos. El ADN puede ser recuperado de los tejidos, sangre, semen, y otros fluidos del cuerpo, los cuales son frecuentemente transferidos de una persona a otra o dejados en la escena del crimen.

Adams señala que el FBI está ahora desarrollando el Sistema de Indice Combinado de ADN (CODIS). Este sistema indexado permitirá el intercambio de esquemas de ADN entre laboratorios de criminología en diferentes estados y finalmente de país a país. Un índice involucraría esquemas de ADN obtenidos de fluidos recuperados de las víctimas de crímenes en los que no se ha encontrado un sospechoso. Uno puede imaginarse que con este índice en marcha, un asesino serial, aunque no sea posible identificarlo, puede ser rastreado de estado en estado. La Policía Montada del Canadá está ahora involucrada en el desarrollo de un sistema de índice de ADN combinado.

Otro índice contendría los esquemas de ADN de individuos convictos de felonías. El material de cualquier crimen no solucionado podría ser confrontado con el esquema de las personas que han cometido un delito grave. En este momento, hay 600.000 esquemas de ADN en archivo en el FBI. Si, por ejemplo, es cometida una violación por alguno de aquellos que están en el archivo y se recobra semen en la escena del crimen, ese semen puede ser confrontado con los 600.000 esquemas en archivo. En unos pocos minutos, el nombre del perpetrador y su última dirección conocida estarían disponibles para las autoridades de la Ley.

Un tercer índice contendría los esquemas de los restos de los cadáveres no identificados. Este índice sería útil para identificar los cuerpos cuando ese ADN fuera comparado con los esquemas de una madre, hijo o hija de la persona fallecida.

Adams se apresura en señalar que la meta de la prueba del ADN no es solamente para poner criminales tras las rejas sino para buscar la verdad. "Alrededor del 25% de las pruebas realizadas exoneraron a sospechosos inocentes antes de ser convictos". Estos casos reciben poca o ninguna publicidad. A la inversa, las pruebas de ADN que resultan en gente inocente liberadas de prisión reciben una amplia publicidad. Adams me mostró material del Departamento de Justicia de EE.UU. resumiendo los casos de 28 hombres convictos erróneamente que fueron liberados después que una prueba del ADN mostrara su inocencia. Los 28 hombres habían cumplido un total de 197 años en prisión antes de ser puestos en libertad.

A medida que más estados se unen al CODIS, es concebible que finalmente cada malviviente en los Estados Unidos tenga su esquema de ADN archivo. Otros países podrían muy bien seguir la tendencia, para que los criminales, no importa dónde puedan estar operando, sean susceptibles de arresto si hubieran dejado algún fluído corporal en la escena de un crimen.

No hay dudas acerca de ellos, los muchachos buenos están progresando. Muchachos malos, cuidado... la más diminuta gota de sangre o transpiración dejada en la escena del crimen podría ponerlos tras las rejas.

 

 

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No hay dudas acerca de ellos, los muchachos buenos están progresando. Muchachos malos, cuidado... la más diminuta gota de sangre o transpiración dejada en la escena del crimen podría ponerlos tras las rejas.

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