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Conductores furiosos linchan a asesinos
César Villarreta
Yodalis Bethancourt
Crítica en Línea
Para robarle unos cuantos dólares, tres menores de edad (Miguel Medina, Rafael Reina y Eric Varrero) atacaron al taxista César Villarreta Rodríguez de la ruta Unión de La Chorrera, de 30 años, quien murió de un disparo en la cabeza, dejando viuda a su esposa Ana Isabel Aguirre, y en la orfandad a un hijo de cuatro y otro que nacerá por cesárea mañana lunes. El taxista Reinverto Sánchez, quien fue la persona que lo encontró agonizando, indico que a las 11:30 de la noche vecinos de El Coco, le hicieron seña con una linterna y al llegar le dijeron que habían visto pasar un taxi y que oyeron una detonación. Llegó al lugar donde se encontraba su compañero Villarreta, tirado sobre la ventana de una de las puertas del auto, con un orificio detrás de la oreja “y apenas respiraba”. Fue trasladado de inmediato al Hospital Nicolás A. Solano de La Chorrera y posteriormente al Santa Fe, pero falleció en este último trayecto. LINCHAMIENTO Mientras tanto, sus compañeros enfurecidos buscaban afanosamente los asaltantes, cuando aproximadamente a las 4:00 de la mañana los vieron salir por la escuela Santa Cecilia. Los interceptaron y les propinaron una paliza; según los trabajadores del volante no fue hasta media hora después cuando las autoridades de Policía aparecieron. A uno de los menores asaltantes le sacaron los dientes a punta de palo y se presume que los tres son del distrito de Arraiján. La viuda sostuvo que la última vez que lo vio con vida fue esa noche a las 10:00 cuando fue a su casa como de costumbre a tomar café y estuvo jugando con su hijo. ¿Y LA POLICIA? “Hagan algo por favor que así como hicieron con él, van a hacerlo con otros más”, dijo entre sollozos la esposa, mientras pidió a las autoridades que pongan manos duras contra los delincuentes que asesinaron a César. Luis Antonio Moreno, también taxista, dijo que a pesar que el gremio le asignó a la Policía un equipo de comunicaciones para estar en contacto directo con ellos, a veces se cansan de llamarlos y no contestan, ya que al parecer sólo usan la frecuencia para pedir alguna carrera. Sergio Castro, otro de los compañeros del taxista asesinado, dijo que esa noche hizo muchas llamadas con su móvil a la base de la policía para pedir ayuda y nadie se presentó, “no fue hasta que dije que llevaran los cajones porque los asaltantes ya estaban muertos, cuando llegaron”. Sobre las quejas de los taxistas, el mayor Omar Tam admitió que existen limitaciones en la institución, sin embargo, ello no impide que las unidades efectúen su trabajo. Es posible que el entierro del taxista Villarreta sea el martes en el cementerio de Santa Rita, según informaron sus padres.
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