MUNDO
Hasta
que no pagaran la deuda

Agencias
Internacionales
Sobrevivientes
del incendio que consumió la discoteca "Lobohombo"
en la capital mexicana, dijeron que empleados del sitio trataron
de impedirles salir hasta que no pagaran la cuenta.
Una de las sobrevivientes, Sara Falcón, relató
al canal de televisión TV Azteca que mucha gente se apretujó
en la salida, tratando de escapar a las llamas, implorando que
abrieran las puertas. Falcón fue internada en un hospital
con quemaduras de tercer grado.
Hasta ahora, las versiones sobre la cifra de muertos y heridos
varían. El sábado, algunos medios de comunicación
expresaban que al menos 20 personas perdieron la vida durante
la conflagración, sin embargo otras informaciones afirman
que son 19. Lo mismo sucede con el número de heridos,
el viernes se dijo que habría al menos 40, pero no hay
una versión oficial.
Las autoridades judiciales dicen que la causa del incendio
fue un corto circuito en la cabina de sonido de la discoteca,
pero los bomberos informaron que varios testigos escucharon varias
explosiones. El incendio fue sofocado unos 45 minutos después.
Se conocieron nuevas versiones que aseguran que cuando comenzó
el incendio, a las 5 de mañana del viernes, la discoteca
se encontraba casi a su máxima capacidad, información
que contradice los primeros reportes que expresaban que a esa
hora había pocos o ningún cliente en el lugar.
Según versiones, la discoteca era uno de los centros
nocturnos de moda a donde acudían artistas como Gloria
Estefan y Willie Colón.
Según las autoridades, el lugar funcionaba con diversas
irregularidades, principalmente, la carencia de salidas de emergencia.
El lugar operaba como discoteca con un permiso para restaurante
y los 1.432 metros cuadrados del sitio eran más de lo
permitido por la ley, declaró Dolores Padierna, la principal
autoridad de la delegación de Cuauhtémoc, uno de
los 16 distritos con los que se divide la capital mexicana y
donde ocurrió el siniestro.
La funcionaria expresó que el local fue clausurado
11 veces por las autoridades, pero sus dueños gestionaron
reabrirlo cada vez a través de amparos.
Víctor Trejo Sánchez, abogado del propietario
Alejandro Iglesias Rebollo, dijo a la cadena radiofónica
Radio Red que los funcionarios municipales habían inspeccionado
y dado el visto bueno al club en junio.
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El lugar operaba
como discoteca con un permiso para restaurante y los 1.432 metros
cuadrados del sitio eran más de lo permitido por la ley,
declaró Dolores Padierna, la principal autoridad de la
delegación de Cuauhtémoc, uno de los 16 distritos
con los que se divide la capital mexicana y donde ocurrió
el siniestro.
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