Para muchas mujeres la palabra vibrador no existe, es más, ni siquiera quieren que se la mencionen.
Algunas por verguenza, temen lo que pensarán sus parejas si se los proponen. Bueno, aquí le tenemos una gran noticia, la que quizás será el motivo ideal para decirle que quiere uno.
Cuando, en la década de 1880, comenzaron a fabricarse los primeros prototipos de vibradores, los doctores ya buscaban (por unas y otras razones) beneficios médicos. Su función era aliviar los sentimientos de histeria femenina.
Durante estos últimos dos siglos y, a pesar de no existir ningún estudio a gran escala que lo afirme, se ha generalizado la creencia de que el uso de vibradores genera grandes prestaciones médicas para las mujeres.
En 2004, el estudio de Berman sobre los Beneficios de la Salud Sexual concluyó que casi la mitad de las mujeres de edades comprendidas entre los 18 y 55 años que habían utilizado un vibrador tenían una libido superior que aquellas que no lo utilizaron. Encontró también que las mujeres que utilizaban vibradores tenían un mayor interés sexual, llegaban al orgasmo más fácilmente y, en general, tendían a tener una mayor calidad de vida debido a que experimentaron niveles más bajos de estrés, tensión y frustración.
En la actualidad los vibradores suelen ser entendidos como juguetes sexuales y no como productos médicos pero, aún así, sus beneficios para la salud son percibidos por millones de mujeres en todo el mundo.
¿COMO ELEGIR EL IDEAL?
A la hora de elegir un consolador te debes hacer una pregunta, ¿para qué lo quieres? Realmente parece difícil decidirse, pero es mucho más fácil si sabemos para qué lo queremos. La pregunta puede parecer obvia, pero es realmente importante, existen vibradores para estimular el clítoris o para estimular el punto G, y los dos a la vez. Existen estimuladores de próstata para hombres y vibradores anales en general. Existen vibradores para penetración vaginal, con y sin forma de pene.
Muchos vibradores ofrecen además diferentes modos de vibración y funcionan a mayor o menor velocidad. Algunos funcionan a pilas, otros con baterías que se recargan y otros se conectan directamente a un enchufe. Algunos los podemos usar en la ducha otros, incluso, los podemos sumergir en la bañera o en una piscina. Y así se podría describir hasta el cansancio.
Si usted nunca ha comprado un vibrador, lo ideal es que empiece comprando algo barato y que sea de medidas estándar, con velocidad variable, así puede experimentar gradualmente como estimularse.