El líder sandinista Daniel Ortega propuso postergar hasta después de las elecciones municipales del 7 de noviembre, el nombramiento de una comisión legislativa que examinará la destitución del presidente Enrique Bolaños.
Ortega hizo el anuncio luego de reunirse con una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que arribó al país para indagar una petición de la Contraloría General de la República ante el congreso de destituir a Bolaños, por negarse a informar sobre el financiamiento de la campaña electoral que lo llevo al poder en enero del 2002.
Entretanto, el mantadario presentó cheques y documentos que, a su juicio, prueban que no ha cometido delito.
Aseguró que la resolución de la Contraloría, que ha pedido su destitución al Parlamento, no es mas que una "trama golpista" de los ex presidentes Arnoldo Alemán (1997-2002) y Daniel Ortega (1985-1990), que lo ven como un estorbo que nos los deja "seguir robando en paz".
El grupo liberal (de Alemán) y el Frente Sandinista (FSLN) cuentan con más de los 61 votos que se necesitan para destituir a Bolaños, quien sólo cuenta con ocho diputados.
"Si yo fuera presidente de Nicaragua y no cuento ni siquiera con 10 votos en el Parlamento, yo no dormiría tranquilo", consideró el presidente del Consejo Permanente de la OEA, Aristides Royo, en Managua.
La embajadora de EE.UU. en Nicaragua, Barbara Moore, advirtió que si el Congreso destituye a Bolaños, Washington reconsideraría su ayuda al país centroamericano.