Después de 14 meses de búsqueda y espera, familiares de Agustín Bonilla, de unos 60 años, encontraron sus restos.
Arriba del Cerro Capellanía, en Natá, había más que vegetación y eso lo descubrieron algunos funcionarios del PRONAT que realizaban trabajos de medición en el área.
Se informó que en la parte alta del cerro estaba una osamenta humana, que resultó ser la de Agustín.
Bonilla desapareció hace más de un año. El último día que lo vieron vivo fue cuando salió repentinamente de su casa, con paradero desconocido. Familiares y autoridades iniciaron la búsqueda, pero no lo encontraron.
Los funcionarios del PRONAT encontraron la osamenta de un hombre, y los hermanos de Bonilla lo reconocieron por el sombrero, la vestimenta y hasta por la linterna.
Aparentemente el hombre se quitó la vida, sin embargo, el Ministerio Público investiga lo sucedido.
David Bonilla, hermano de Agustín, dijo que ellos no entienden por qué su hermano salió ese tres de septiembre del 2009 de la casa, en la noche, y se desapareció. Informó que había problemas, pero nadie pensó que fuera para tanto, como para irse y no volver más.
"No entiendo por qué se suicidó, pues no era la solución, y bueno, es triste ver cómo nuestro hermano tenía aún cerca de donde estaba el sombrero y la linterna, el envase de veneno y el vaso con que aparentemente ingirió eso que acabó con su vida", dijo triste, el hermano.
Corresponderá al Ministerio Público dar a conocer si en efecto Bonilla se quitó la vida o si hay mano criminal en el suceso.
VERSIONES: INVESTIGAN
Según el hermano de la víctima, había problemas, pero los mismos no eran como para terminar con la vida de nadie. Las autoridades de investigación reúnen testimonios y pistas que les ayuden a determinar qué sucedio.
El suicidio no es la solución a nada, y ante una situación agobiante, lo ideal es reflexionar y buscar ayuda.