Algunos de los 33 mineros regresaron a la mina San José, en el norte de Chile, para participar en una misa, pero en el lugar se encontraron con una protesta del resto de los obreros que trabajaban en esa veta y sus familiares que reclaman sueldos y finiquitos.
En los instantes en que se iniciaba la misa de acción de gracias organizada por las autoridades de la zona y familiares de los mineros rescatados, los manifestantes sacaron varias pancartas y tuvieron un pequeño incidente con carabineros que resguardaban la zona.
"San Esteban, no somos 33, somos 300", "(presidente Sebastián) Piñera para el 'show'", "70 días sin trabajo y sin dinero", "Refugio Esperanza, los desamparados", se podía leer en algunas de las pancartas que portaban los mineros que, tras el derrumbe en el yacimiento San José, quedaron sin su fuente laboral.
Las familias que protestaban afirmaron que se quedarán en el lugar hasta que se les entregue una solución, al que ya denominaron campamento "Villa Esperanza II".
Horacio Vicencio, presidente del sindicato de trabajadores de ese yacimiento, señaló a los periodistas en el lugar: "Nos deben sueldos y no nos han entregado el finiquito, lo que nos impide buscar otro trabajo".