Asediado por los movimientos sociales de su país, y habiendo perdido el apoyo político de sus antiguos aliados, el Presidente de Bolivia, Gonzálo Sánchez de Lozada, renunció y tomó un avión hacia Estados Unidos un 18 de octubre de 2003. Su renuncia abrió el compás para una serie de eventos que desencadenaron en la convocatoria adelantada a nuevas elecciones, siendo elegido como Presidente el líder cocalero Evo Morales en 2005.