El 16 de octubre de 1978, el mundo católico conoció a un nuevo Sumo Pontífice. El polaco Karol Józef Wojtyla, quien desde 1962 se desempeñaba como arzobispo de Cracovia, adoptó el nombre de Juan Pablo II. Su pontificado de 26 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia Católica, después de los de San Pedro (que se cree duró entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).