Los institutores volvieron ayer a sus aulas escolares, pero con la condición de estricto cumplimiento de las reglas disciplinarias y uso correcto del uniforme.
Sólo unos 30 estudiantes no asistieron con sus padres o adultos responsables, por lo que no pudieron acceder al centro escolar hasta tanto no haya firmado un acta de compromiso por sus acudientes.
Igualmente hubo inasistencia general de unos 200 alumnos, de un total de 2,351 de la población estudiantil.
La mayoría de los padres de familia aceptaron firmar el acta de compromiso; no obstante, otro tanto expresó descontento, ya que las sanciones disciplinarias y el pago de los daños debe ser asumido por los estudiantes revoltosos.
Por su parte, Imelda Guerra, rectora encargada del IN, explicó que aún se cuantifica la totalidad de los daños ocasionados por los disturbios estudiantiles; sin embargo, se mantiene las investigaciones y la promesa de la Asociación de Padres de familia de asumir los gastos.