Panamá es una nación de gente muy creativa y capacitada para el éxito. Lastimosamente, somos también un pueblo que rechaza a los ganadores. Dicho en buen panameño "les serrucha el piso" y trata de desprestigiar a todo aquel que logra sus metas. Esta característica indica una falta radical de espíritu de lucha, y nos ata a niveles muy bajos de rendimiento.
Cuando alguien brilla por sus talentos, por sus logros y por su trabajo duro, de inmediato se le habla de sus defectos, de su agitada vida privada, de sus vicios y sus antecedentes familiares dudosos y oscuros. No importa que esa persona haya alcanzado las estrellas, que sea un gran artista, o empresario, o trabajador. ¿Qué puede significar esto para un país que se dice en desarrollo? Mucho. Podría significar que es muy difícil echar hacia delante. Que el progreso estará lejos de nosotros en la misma medida que nos rehusemos a aceptar el éxito, en todas sus manifestaciones. Porque el éxito molesta, y por eso como pueblo será muy difícil alcanzarlo. Porque no podemos ver a nadie surgir en buena lid, y preferimos aquellos que lo logran por caminos inadecuados y lúgubres. |