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Alrededor de 800 millones de hombres, mujeres y niños padecen hambre crónica. El hambre es una de las principales causas de enfermedad y muerte a nivel mundial, le arrebata a las personas su potencial de trabajo y entorpece el deseo de aprender de los niños.
Esta enfermedad también socava la paz y la prosperidad de los países, y atrapa a las personas en un círculo vicioso de mala nutrición, falta de salud y disminuye la capacidad para aprender y trabajar que se transmite de una generación a la siguiente.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Alimentación, por lo que la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y al Alimentación (FAO), escogió para este año el tema "Combatir el hambre para reducir la pobreza".
Este tema encierra la idea de que el hambre es la manifestación más crítica de la pobreza, de modo que eliminarla es el primer paso para reducir la pobreza y asegurar que haya alimentos para todos.
Cabe destacar que la FAO tiene como misión elevar los niveles nutricionales y de vida de la población rural, de los 180 Estados miembros de esta organización, promoviendo de manera sostenida un desarrollo que no afecte al medio ambiente y que sea apropiado económica y socialmente, mejorando la productividad agrícola de muchos pueblos del planeta.
Según la FAO para avanzar en la lucha contra el hambre, los gobiernos, el sector privado y la comunidad internacional tendrán que dirigir sus actividades a las zonas rurales, donde vive el 70% de la población pobre y con hambre. Esto ha de incluir invertir más en esas regiones.
También es esencial sensibilizar a la población sobre los problemas del hambre y la inseguridad alimentaria. Entre las actividades del Día Mundial de la Alimentación se proponen informar al público del hambre y reforzar la solidaridad en la lucha, a fin de asegurar que todos tengan suficientes alimentos a diario. |
