Cuatro años después de darse el "sí quiero" y tras ser padres recientemente, Jennifer López y Marc Anthony han decidido renovar sus votos matrimoniales en una ceremonia privada a la que acudieron tan sólo dos amigos, el jugador de los New York Nets, Carlos Beltrán y su mujer, que también quisieron celebrar una segunda boda.
El acto tuvo lugar en un casino "Caesars Palace" de Las Vegas y, al parecer, fue una decisión totalmente improvisada por la pareja: "Fue todo muy íntimo y dulce. Ellos hablaron de cuánto se aman el uno al otro y la palabra 'siempre' fue repetida un montón de veces", señaló un testigo a la revista US Magazine.
Según relató esta persona, los cuatro comenzaron la velada cenando en una habitación privada en la que los "novios" jugaron a los dados. Tras ganar la partida, Marc señaló que era su "noche de suerte", relata el testigo y por ello decidieron que era el momento ideal para reafirmar su matrimonio. López y Anthony querían que su re-boda se celebrara en el balcón de la habitación en la que se hospedaban. Sin embargo, el frío los obligó finalmente a trasladarla a una capilla en el interior del casino.