En la actualidad, tanto el pimentón como el ají son objeto de procesamientos industriales en todo el mundo, para su consumo en seco, molido, en pasta, salsas, extractos y pickles, pero hay quienes los prefieren al natural.
A la hora de su cultivo hay que tener en cuenta que tanto el pimentón como el ají necesitan más calor que el tomate para cumplir su ciclo vegetativo, y que se adapta mejor a condiciones de elevadas temperaturas y humedad, siendo por otra parte susceptibles a las heladas. Para una buena germinación de la semilla y abundante cuaja de frutos, es ideal una temperatura de entre 20 y 30 grados C.
"Estas hortalizas son exigentes y agotadoras del suelo", asegura el Dr. Dídimo Espinosa. Ellas prefieren suelo profundo, fértil y sano, con una buena proporción de nutrientes. Sin embargo, toleran una amplia gama de texturas, desde arcillosas a arenosas; pero son mejores las franco- arenosas que tienen buena aireación y drenaje, fundamental para evitar enfermedades de la raíz.
El abono orgánico aplicado durante el cultivo es muy recomendable para agregar a estas plantas el nutriente en forma balanceada y mejorar la aireación y retención de humedad. Para la aplicación de fertilizantes inorgánicos, en cambio, debe comenzar con un análisis de suelos, porque esta hortaliza es sensible al balance de nitrógeno-fósforopotasio.
Por razones sanitarias, no debe repetirse la plantación de pimentón o ají en el mismo suelo antes de cuatro o cinco años.
A SOL Y A SOMBRA
Para la siembra, prepare mesas trazando surcos a 70 cm de distancia y siembre unas 20 semillas por metro lineal dejando las plántulas a 30 cm de distancia unas de otras. Las labores se prosiguen hasta dejar las plantas totalmente aparcadas en un surco alto.
Cada gramo contiene 150 semillas, pero no hay que contar con más del 65-70 por ciento de emergencia en el terreno, ya que tienen bajo poder germinativo. El tiempo que demora en germinar y crecer se estima en un período de 50-60 días desde la siembra al trasplante.
La siembra directa está limitada a zonas con temperaturas propicias. De lo contrario, conviene ejecutar semilleros con protección de túneles de polietileno, sostenidos por arcos de ramas de sauce o mimbre sobre cada platabanda, en especial si se siembra de mayo a junio, para trasplantar de agosto a septiembre. Los que se siembran en agosto-septiembre, también deben abrigarse hasta asegurar la germinación y el primer desarrollo de la planta.