Un grupo de precaristas intentaron establecer sus viviendas en las riberas del río Pedro Miguel, área protegida, pero sus deseos de tener un techo fijo les duró poco, porque fueron detectados por funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).
La directora del Parque Nacional Camino de Cruces, Norma Cano, corroboró que durante la acción de patrullaje realizada por personal de ANAM en las riberas del río, por la ruta de los rieles del ferrocarril a 600 metros del bosque, se detectó la choza hecha a base de madera y zinc, y una zona también devastada para labores de agrícolas.
Los invasores fueron puestos a órdenes de las autoridades competentes para sancionarlos de acuerdo con lo que establece la ley de protección del medio ambiente.