EDITORIAL
Golpe de Estado
El golpe militar que derrocó al gobierno constitucional del doctor Arnulfo Arias Madrid, cumple hoy 34 años. El 11 de octubre de 1968, el presidente elegido por el voto popular fue derrocado por los castrenses encabezados por Omar Torrijos y Boris Martínez.
Los años de la dictadura, sobre todo los primeros y luego los últimos, fue una época caracterizada por las violaciones a los derechos humanos.
Los entorchados derrocaron al presidente Arias Madrid, quien había llegado al poder, logrando 175,432 votos, derrotando a David Samudio Avila, que sumó 133,887. Tras el golpe se instaló una Junta Provisional de Gobierno integrada por los coroneles José M. Pinilla y Bolívar Urrutia.
Los golpistas justificaron su actuación calificando de “pretendido dictador” al Dr. Arias, a quien acusaron de menospreciar y humillar a la Guardia Nacional. Los militares disolvieron la Asamblea Nacional, suspendieron las garantías constitucionales, prometieron falsamente la celebración de comicios populares en el plazo de 18 meses, e iniciaron una persecución contra los arnulfistas.
La libertad de expresión también fue violentada al clausurarse las emisoras: Ondas Istmeñas, Radio Aeropuerto, Radio Soberana, y posteriormente Radio Impacto. También fueron tomadas las instalaciones de las Editoras Panamá América y Unión.
Cuando los militares llegaron al poder, la deuda pública era de B/.206 millones y al final del régimen castrense en 1989 la misma ascendía a B/.4,967 millones.
Estos hechos deben ser recordados para que la juventud conozca los abusos del pasado y se aprecie lo que es vivir en una democracia, que aunque imperfecta y con muchos pecados, es mejor que cualquiera dictadura.
Al régimen de Torrijos hay que reconocerle que concretó una aspiración de muchas generaciones: la soberanía total en el territorio panameño. Se negociaron tratados con Estados Unidos, que permitieron la entrega del Canal Interoceánico a Panamá y la salida de las tropas del Comando Sur.
A pesar de esas reivindicaciones nacionalistas, el período dictatorial no debe volver jamás. Gracias a Dios y a pesar de las diferencias políticas que puedan existir, la mayoría de los panameños están conscientes de ello.
PUNTO CRITICO |
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