INQUIETUDES
Estadio
Rod Carew

Antonio
Díaz
Algunas autoridades
nuestras son muy mezquinas cuando se tratan de reconocer los
méritos de los demás. Son mediocres y egoístas
si el obstáculo es la pigmentación de la piel,
más grande es la oposición por la bendita epidermis
porque este es un país que no ha superado prejuicios ni
complejos.
A pesar de que es el pelotero panameño más meritorio
de todos los tiempos, hay un grupito que se rehúsa que
se nombre Rod Carew al nuevo Estadio Nacional. A lo mejor porque
es negro o porque sus hazañas las ha hecho en el exterior.
Lo cierto es que Carew nunca ha negado su nacionalidad panameña
y se siente orgullosos de ella.
Hace poco escuche, en un programa de Víctor Raúl
Vásquez, que Lloyd LaBeach, la más grande figura
del atletismo, no era panameño. Víctor leyó
un artículo donde se cuestionaba el nacimiento de LaBeach
y decían que era jamaiquino. Sin embargo, la gloria y
los laureles de LaBeach los reclama Panamá. A Roberto
Durán se le negó que el Gimnasio Nuevo Panamá
llevara su nombre, pero no pudieron impedir que una barriada
se le nombrara Mano de Piedra. Me pregunto si ese mismo criterio
lo utilizarán con el jinete Laffit Pincay Jr. cuando rompa
la marca de mayor cantidad de carreras ganadas en el mundo.
Las autoridades deben entender que es el pueblo el que populariza
los nombres. Los gringos trataron sin éxito de llamar
Ferry Thatcher Bridge al Puente de Las Américas, lo mismo
que se equivocaron cuando quisieron nombrar a la Avenida de los
Mártires como Avenida Presidente Kennedy. Tal es el caso
de la Avenida Ricardo J. Alfaro que todo el mundo la llama Tumba
Muerto.
Si el Presidente de Cable & Wireless quisiera ganarse
un poroto con el pueblo panameño debiera acceder a que
el Estadio Nacional se llame Rod Carew. Ese es el nombre del
pelotero más famoso en la historia del béisbol
panameño.
Honrar, honra y los homenajes se hacen en vida, sobre todo
con una persona intachable como Carew. Persuadimos al Gerente
de la compañía telefónica que no se deje
llevar por habladurías porque Carew tiene un auditado
expediente de realizaciones. Ya que el pueblo, que es la voz
de Dios, esta llamándole Estadio Rod Carew. El gerente
de Cable & Wireless debe saber que cuando el pueblo le da
un nombre a un coliseo, no se lo quita nadie.
Ejemplo: la Cajetita de Fósforo de Chitré, el
gimnasio más antiguo de la cabecera herrerana.
Dejamos al buen juicio esta propuesta con la convicción
de que crecerá en un terreno abonado.
Cuando un pueblo empieza a llamar por otro nombre un estadio,
no se lo quita nadie.
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