Los recursos disponibles resultan insuficientes, desigualmente distribuidos y usados de manera ineficaz. El resultado es que la gran mayoría de las personas con trastornos mentales no recibe cuidado alguno. La salud mental reviste primordial importancia para el bienestar personal, las relaciones familiares y la capacidad de los individuos para contribuir a la sociedad. Se debe reconocer que no puede haber salud sin salud mental. En el Programa de Acción Mundial de la Organización Mundial de la Salud para paliar las lagunas en materia de salud mental, que se pone en marcha este mes, se indican las estrategias necesarias para extender la atención de salud mental utilizando intervenciones con una buena relación costo-eficacia en entornos con limitaciones de recursos. El programa apela a todas las partes -gobiernos, organismos multilaterales, donantes, organizaciones de salud pública, profesionales de la salud mental y grupos de consumidores, para que colaboren en las actividades de promoción y las intervenciones- para que hagan posible ese objetivo.