Los premios OTI llegaron a su final, como el concursos donde los jóvenes podían demostrar su talento, sin embargo sirvió como ventana para que los panameños pusieran a prueba su don en otros concursos de canto, así nace en 1990 el Festival del talento juvenil 20-30, en ese entonces el certamen se realizaba en el colegio Chino Panameño.
La última versión de este festival se realizó en 1996, siendo su ganador Juan Carlos Bordanea, y en ese momento Panamá se quedó nuevamente sin concurso por problemas técnicos, hasta que en el 2004 se retoma el proyecto, solamente con participantes de la capital.
En el 2005, Aquillino Siero, toma la presidencia de este certamen, y lo denomina "El Proyecto Estrella". Siero decide, junto al comité organizador, hacer castings en distintas provincias. Margarita Henríquez, una niña santeña de 14 años hace la prueba frente a reconocidos cantantes del país, y para sorpresa de ella fue elegida. Ese es el inicio de Margarita, la hija de Juancín, aquella niña que su padre llevaba a los bailes y que soñaban con llegar a ser tan grande como Sandra Sandoval, quien fue novia en la secundaria del padre de ésta.
No cabe duda que El Proyecto Estrella se convirtió en la cuna de verdaderos ídolos, ya que grandes talentos han surgido de este concurso de cantó, que regalaba 1,500 dólares en efectivo al ganador. Sólo en el año de Margarita Henríquez, el segundo lugar fue Avelino Mártinez (tercer lugar de Vive la Música 2008), el tercero Iveth Samaniego (quien también participó en el Latin American Idol) y Anne Loraine Lanier.
Siero todavía recuerda cuando Margarita ganó, asegura que era una niña alegre con muchas ganas de conquistar el mundo con su talento. "Para suerte de Margarita ese año me sobró un dinerito y le patrocinamos un disco, le dimos a elegir el género que quería y se fue por el típico" manifestó el "Tío Aquilino" como lo llaman los jóvenes que han participado de este proyecto.