De la actual cosecha se perderán unos 100 mil quintales; los productores se encontraron con los molinos llenos y saturados con la importación del contingente ordinario, más los primeros quintales de la presente cosecha.
El arroz está maduro en el campo y las espigas comienzan a caerse, y esto no permite que la máquina cosechadora pueda cortarlo; mientras, el punto de cosecha comienza a pasar, situación que provoca una merma en la calidad del producto nacional.
Una larga fila de camiones comienza a formarse en las cercanías de los molinos, para ver quién compra el arroz o al menos que lo sequen, para evitar un colapso en esta actividad agrícola.
Hay camiones que llevan seis días con el arroz en sus vagones esperando que los atiendan, cuando el periodo máximo para estar en este lugar es de dos días. En Alanje los productores viven un caos.