Los Istmeños seguidores de la trayectoria de nuestro primer medallista de oro olímpico, sabemos que no todos sus saltos han sido tan buenos. Uno de sus peores lo dio al mudarse al sector con más probabilidades de que ocurra una discriminación racial, muy a pesar del crecido número de cretinos que arriesgan a tapar el sol con la mano, diciendo que aquí no hay discriminación racial.
Ese agravio contra un panameño negro, si lo hubiese proferido cualquier terrícola que no fuese chileno, pasaría desapercibido. Solo esperamos que este mal sabor se diluya con una excusa sincera. Panamá le debe muchísimo a Chile en cultura, deporte y en la confianza y el cariño que nos tienen, por lo que sería oportuno subsanar este entuerto cuanto antes.
En la hípica, los maestros chilenos del sillín: José Ulloa y Fernando Álvarez, aportaron a que Panamá fuese cuna de los mejores jinetes del mundo. En el boxeo, el habilísimo peso ligero: "Fernandito" (1945), que según dirigentes valiosos como el Ing. Vladimir de La Rosa y entrenadores como Baba Vásquez y Avispón Quintero, fue quien nos legó "el pai pai y no estoy". En la cultura cuando Allende, muchos intelectuales decidieron vivir acá, elevando el nivel educativo, sobre todo al universitario. Así mismo cuando Pinochet, fue Panamá el destino de numerosos chilenos prominentes.
En cuanto a la confianza ciega de Chile con Panamá: Yo quiero que Ud. me conteste, qué delegación del mundo se atrevería montarse en avioneta, avión o helicóptero alguno, con la fama que tiene ganada el gobierno por el mantenimiento en equipo pesado, liviano o sofisticado?... Solo a la ingenuidad chilena, por eso me es raro el supuesto agravio racista del "mapuche", que a lo mejor ya es hasta panameño y pueda que trabaje en el gobierno para ser tan poco importa y de indisciplinado comportamiento.
