Panamá se parece a la "Isla de la Fantasía", un popular programa de televisión. En dicha isla por un buen pago, se hacían "shows" para que las personas realizaran sus fantasías.Por un lado todos los meses aumenta el número de ventas de automóviles nuevos. La otra cara de la moneda es que no hay medicinas en el Seguro Social, los indios se mueren por falta de atención médica y ha aumentado la desnutrición en las comarcas.
El país se llena de millonarios proyectos de rascacielos, que no sabemos si serán seguro en caso de incendios. Por el otro lado, el arroz aumenta de precio sin que el gobierno encuentre una solución efectiva, como ha pasado con la corrupción, el transporte público y la seguridad ciudadana.
Ponen a militares en puestos claves de la administración para ver si el gobierno marcha mejor. Sin embargo, los tres órganos del Estado tienen una imagen por el suelo y muchos creen que hay corrupción y poca eficiencia en ellos.
Pero ya estamos pensando en los carnavales, a pesar que la gasolina está por las nubes, gracias en parte a la bendita libertad comercial. El gobierno sugiere un precio y venden el combustible como les da la gana.
Mientras tanto, políticos del gobierno y de oposición están afilando los cuchillos, pensando que en pocos meses comenzará la campaña para las elecciones. Incluso ha hay pancartas y reuniones de supuestos "candidatos".
Como siempre, veremos la danza de embustes y "cuentos de velorio", como dicen en El Picacho, de San Carlos.
Me dijo el bellaco Cholito Mesero de Santana que "el panameño no tiene remedio y le gusta la politiquería y que le metan el dedo en la boca".
Tanto que se hablan horrores de los Honorables Diputados, pero no les extrañe que los peores sean los que más votos consigan en las elecciones, gracias a repartir comida, guaro y embustes.
Con la ampliación del canal tendremos una especie de "danzas de los millones". Ahora nos enteramos que disminuirá los aportes al país, cosa que dijeron no ocurriría cuando pedían el SÍ en el referéndum.
Somos un "país alegre y confiado", dicen los viejos en el Parque de Santana, rumiando mejores días de la juventud. Otros añadirían que también somos "tontos" (para no decir otra palabra).
¡En unos días entramos en la espiral de las festividades!
Comenzaremos con el Día de las Brujas, que entusiasma a más de los que ustedes se imaginan. Seguiremos con las Fiestas Patrias y remataremos con Navidad y Año Nuevo.
Otro año vendrá... y seguiremos viviendo en "el país de las fantasías"...