Cobrar quincenalmente. Tener vacaciones. Incapacitarme de vez en cuando y ganar dinero en tiempo extra, son los placeres más deseados por los asalariados que esperan, después de 30 años de trabajo, lograr una justa jubilación.
En Panamá existe un montón de personas así, que quizás nunca les pasó por su mente hacer otra cosa que dedicarse a lo que por años siempre hizo.
Diego, un campesino de una comunidad muy humilde, que tenía una vaca, de la cual se alimentaba. Tenía queso y leche que intercambiaba con otros en el pueblo para obtener granos y otros alimentos, sin embargo, un día alguien le mató su única fuente de ingresos.
Unos 20 años después, la persona que mató la vaca de Diego, tirándola en un barranco, visita la comunidad para saber del campesino. Creyó que el ciudadano había muerto de hambre, pero al investigar, observó la prosperidad que reinaba en el hogar de Diego y sólo se limitó a preguntar: ¿Cómo hizo para sobrevivir?. La respuesta fue: "Cuando murió mi vaquita, empecé a hacer otras cosas que no sabía que podía hacerlas y me ha ido bien".
¿Por qué no tiras tu vaquita también al barranco y comienzas a producir para ti mismo? |