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La Cruz y la Media Luna Roja se preparan para hacer frente a una primera oleada de refugiados siendo la mayoría niños.  |
Responsables de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja vaticinaron ayer domingo "una pesadilla" si los refugiados avanzan masivamente en los próximos días a la frontera paquistaní, en una entrevista con la AFP. "Si los refugiados cruzan la frontera masivamente, va a ser una pesadilla", declaró el francés Andrei Neacsu, portavoz de la organización en Islamabad.
"Aquí, en la frontera, sólo hay rocas. La región está afectada por una dura sequía desde hace tres años y para encontrar agua hay que buscarla a 400 metros de profundidad", explicó. "Además es difícil transportar agua hasta aquí por carretera".
"Es una situación extremamente difícil de manejar, ya que también hay que prever la evacuación de los residuos", explicó Neacsu."Se necesitarán más recursos humanos y financieros para hacer frente a la situación", aseguró. El portavoz recordó haber vivido una situación similar en 1995, cerca de Goma, en la República Democrática del Congo (RDC), tras el genocidio de Ruanda.
"El campo de refugiados de Kibumba, con 210.000 personas, se encontraba al pie del volcán Nyragongo, que estaba activo", declaró. "El suelo era volcánico. Era imposible tener agua y cavar unas letrinas. Aquello fue realmente una pesadilla", aseguró. "Tuvimos que traer el agua del lago Kivu que se encontraba a unos 50 km, pero logramos manejar la situación."
En Kosovo, en 1999, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja también tuvo que hacer frente a la llegada masiva de refugiados a Albania y Macedonia. "Llegaban traumatizados, horrorizados y hambrientos, pero teníamos agua y buenas condiciones para recibirlos". Por su parte, la delegada española Eva Calvo subrayó que el agua era "fundamental para mantener buenas condiciones en los campamentos".
En El Salvador, adonde acudió a principios de año tras el terremoto, esta delegada ya se había enfrentado al problema de la ausencia de "ctos de agua y la falta de agua potable", explicó. "Además existe el riesgo de difusión de enfermedades" si la evacuación de los residuos no está asegurada, afirmó.
Por el momento, la Cruz Roja y la Media Luna Roja se prepara para hacer frente a una primera oleada de refugiados.Un avión español llegó el jueves cargado con ayuda humanitaria a Peshawar (noroeste), cerca de la frontera afgana, y otro, procedente de Austria, tendría que llegar el lunes.
"En un primer momento, vamos a tratar de ser lo más pragmático posible", explicó Neacsu."Luego si hay urgencia, haremos venir más recursos humanos y material". Además del problema del agua, las organizaciones humanitarias temen la próxima llegada del riguroso invierno afgano."Tenemos que prever mantas y un sistema de calefacción".
El portavoz explicó que esperaba la llegada de numerosos niños y mujeres. "Van a llegar hambrientos, agotados y enfermos.Los niños son los más vulnerables en este tipo de situación". Pese al sombrío panorama que describió, Neacsu se declaró optimista. "Si en Kibumba pudimos hacer frente a una situación dramática, también lo lograremos aquí", aseguró. |
