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PUESTA EN ESCENA
El melodrama

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Aurelio Paredes
Crítica en Línea

El siglo XIX se considera muchas veces como la era del Melodrama. Aunque esto no es estrictamente cierto, el melodrama fue la forma dominante y más característica hasta fines del siglo, cuando Zolá, Ibsen, Shaw y otros dirigieron la gran revuelta realista. Los argumentos del melodrama, aunque hacían caso omiso de la verosimilitud, a menudo eran obras maestras de suspenso y emoción; sus personajes, como carecían de lo complejo de la realidad, eran caracteres trasparentes como el cristal: el héroe noble, la protagonista encantadora el malvado villano, la ingenua jovial. Este género teatral prosperaba gracias a lo espectacular: Escenario profuso, maravillas mecánicas y musicales acordes con la atmósfera. Siempre acababa bien, se desenmascaraba el mal y se premiaba la virtud.

Como ya se dijo, los críticos y profesores particulares del realismo se burlaron del melodrama y lo ridiculizaron sin piedad; de hecho, ningún villano melodramático fue descrito nunca con un tinte más negro. Los críticos ignoraron la habilidad dramática de la construcción de muchas de las obras, pasaron por alto el hecho de que se permitía a millones de asistentes al teatro, aburridos y cansados de las preocupaciones, escapar hacia un mundo de aventura romántica y especialmente pasaban por alto el hecho de que el melodrama se adaptaba perfectamente a la Epoca para la cual fue escrito, para el siglo XIX, que sobre todo en Inglaterra fue especialmente una época de fe.

La fe también se extendía a la superioridad blanca, que se racionalizaba muy cómodamente a la riqueza y el poder, que eran muy respetados, y al destino humano en el que la capacidad de perfección del hombre se veía muy próxima. Si a veces la justicia no imperaba en esta vida, lo cual era frecuente, todos sabían que en el más allá sería distribuida con una EXACTITUD EQUILIBRADA. En lo concerniente al decoro y a lo correcto, la Reina Victoria de Inglaterra dio un ejemplo casi perfecto y por esa razón el período se conoce como la Era Victoriana.

En lo referente al teatro popular, su auditorio de la clase media conservadora se interesaba muy poco en las ideas nuevas o inquietantes. Las preguntas fundamentales de la existencia ya estaban contestadas en forma confortable. El público sólo deseaba que se reforzaran sus suposiciones básicas y que se le permitiera escapar de la Existencia diaria hacia el Mundo Romántico de lo irreal, a la vida como debería ser. La repuesta por supuesto, era el melodrama, con un barniz de farsa o de comedia romántica y ocasionalmente una obra clásica para añadir respetabilidad cultural.

Durante las décadas de los 30 y los 40 se hizo popular otro estilo de melodrama, La obra de Emoción sicológica. Una de las primeras y mejores "LA NOCHE TIENE QUE LLEGAR" de Emlyn WILLIAMS, quien con su protagonista Danny, Asesino Encantador, Juvenil y sicópata lleva la cabeza de su víctima en una sombrerera. Alfred Hitchcock, en el cine, ha llevado a perfección este tipo de obra sicológica de suspenso.

CONTINUARA......

 

 

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Durante las décadas de los 30 y los 40 se hizo popular otro estilo de melodrama, La obra de Emoción sicológica. Una de las primeras y mejores "LA NOCHE TIENE QUE LLEGAR" de Emlyn WILLIAMS, quien con su protagonista Danny, Asesino Encantador, Juvenil y sicópata lleva la cabeza de su víctima en una sombrerera. Alfred Hitchcock, en el cine, ha llevado a perfección este tipo de obra sicológica de suspenso.

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