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Jefe militar colombiano pide compromiso más amplio de EEUU
Redacción
Crítica en Línea
El comandante de las fuerzas militares de Colombia fustigó el sábado las ofertas de paz del gobierno a los rebeldes marxistas y desafió a Washington a demostrar un mayor compromiso para ganar la desfalleciente guerra contra las drogas. "Si los Estados Unidos quisieran acabar el narcotráfico en Colombia lo acabarían en dos o tres años", dijo el general Fernando Tapias, que se apresta a iniciar una visita a Washington junto con el ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez. "Lo que pedimos es ayuda para acabarlo", agregó. Tras apuntar que los cultivos de drogas ilícitas se han más que triplicado en Colombia en los últimos cuatro o cinco años, a pesar de la asistencia estadounidense a la policía nacional que pretende frenarlos, Tapias dijo que es necesaria "otra receta" para contener el flujo de drogas. Y para ello, dijo que Estados Unidos tendría que comprometerse a realizar "un esfuerzo mucho más intenso" en los frentes de batalla de la guerra antinarcóticos. "Es elemental decirles: 'Hombre, ustedes tienen la tecnología, nosotros estamos poniendo los muertos, los heridos. Entonces, unámonos y saquemos adelante", dijo Tapias. Tapias habló con los periodistas en la víspera de su visita a Washington junto al ministro Ramírez, para gestionar un incremento de la asistencia de seguridad de Estados Unidos a Colombia, un país que ya figura como el tercer mayor recipiente de ese tipo de ayuda. Sus declaraciones también coincidieron con los preparativos del gobierno del presidente Andrés Pastrana para reabrir las estancadas conversaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo rebelde marxista más numeroso y antiguo del continente americano. Las conversaciones de paz, la máxima prioridad del gobierno de Pastrana, que juró el cargo hace un año, deben poner fin a un conflicto guerrillero que, en apenas los últimos 10 años, ha dejado unos 35.000 muertos. Pero las fuerzas armadas con frecuencia acusan a las FARC, a las que califican de "narcoterroristas", de una creciente participación en el tráfico de drogas. Y Tapias dijo que no habrá paz en Colombia mientras los rebeldes sigan enriqueciéndose del tráfico de drogas. "El proceso de paz en Colombia no funcionará nunca mientras tengamos unos grupos armados llenos de plata, que pueden comprar todo lo que quieran en el mercado negro de las armas. (La paz) les importa cinco centavos porque tienen acceso a todo", dijo. Sus declaraciones, que desestimaron los esfuerzos de paz de Pastrana, ocurrieron en la misma semana en que comandos de las FARC fueron acusados de acribillar con fuego de armas automáticas a tres indefensos agentes policiales. Los tres habían sido recapturados y ajusticiados sumariamente, nueve días después de que huyeron de una prisión-campamento rebelde en las selvas del este colombiano. La asistencia estadounidense a Colombia aumentó este año a 289 millones de dólares, de los 85,7 millones de dólares de 1997, pero el gobierno de Pastrana confía en obtener al menos 500 millones de dólares anuales durante los próximos tres años. Colombia, el principal abastecedor de cocaína del mundo, es también el principal cultivador de coca, la planta de la cual se extrae la droga. Con una creciente extensión de cultivos de amapola de opio, se ha situado también como uno de los principales proveedores de heroína para el mercado estadounidense. Una ley estadounidense prohibe el suministro de asistencia a las unidades militares o policiales de Colombia con un pobre historial en materia de respeto a los derechos humanos, una medida que incluye a la mayor parte de las fuerzas militares colombianas. Pero un nuevo batallón antinarcóticos entrenado por Estados Unidos se apresta a entrar en acción para fines del año y las fuerzas armadas confían en activar otros dos batallones más, con entrenamiento y asistencia estadounidense, en el 2000.
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