CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no detengo la violencia.
Los muertos están cayendo por todas partes. Primero fueron los estudiantes del Artes y Oficios y el Comercial Panamá quienes hicieron que la comunidad se estremeciera al conocer la posibilidad de que un grupo de muchachos se mataran unos a otros sin mayor razón que rencillas tontas. Luego el asesinato de un empresario hindú, y anoche el de un taxista. Los tiroteos están a la orden del día y ni hablar de los robos a manos armada a particulares y empresas privadas. Lo triste es que el panameño sigue su vida como si el asunto no fuera con él. Después que haya un poco de licor y música, no importa que se esté acabando el mundo.
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