En este Mensaje al Corazón en el día de hoy le decimos: ¡Necesitamos silencio! Sí, necesitamos silencio en nuestra existencia para poder vivir a plenitud. Necesitamos silencio en nuestros corazones para contemplar las maravillas que nos rodean: la naturaleza con sus diferentes gamas de colores, las tonalidades de las amapolas, de los lirios, de las rosas, las formas caprichosas de las rocas, la majestuosidad de las montañas, la sencillez de las pequeñas colinas, la paz de los valles, la belleza de un atardecer, de una noche de luna o de un día soleado de campo; todo esto se pierde, porque nos falta silencio y soledad para contemplarlos.
Se necesita silencio para apreciar las expresiones de cariño que tiene mucha gente con nosotros. Para valorar la fraternidad de nuestro amigo que no nos falló. Para advertir esos actos misericordiosos y llenos de generosidad que han tenido las personas que nos aman y que han estado muy cercanas a nosotros brindándonos su pan, su consejo, su amor, su perdón, su comprensión.
Se necesita silencio para admitir los gestos sencillos, pero cargados de amor que mucha gente en la vida realiza. Necesitamos silencio para observar el candor e inocencia de un bebé durmiendo, la belleza escondida en el rostro sucio y travieso de un niño, la grandeza atesorada en un pequeño que irá creciendo y se irá convirtiendo en un hombre lentamente. Se necesita silencio para que el esposo escuche los latidos del corazón amoroso y tierno de su esposa, aprecie su paciencia, su dedicación, su fidelidad y viceversa. Por falta de silencio se ahogan oportunidades maravillosas de amar; porque el ruido nos impide meditar, el ruido nos impide reflexionar, el ruido nos impide, en definitiva, profundizar.
Se necesita silencio para poder contemplar la nobleza de tantas vidas heroicas que han brindado lo suyo para hacer de este mundo un mundo mejor. En el silencio se han concebido las grandes obras artísticas, científicas y filosóficas. En el silencio muchos hombres se han hecho grandes, porque han podido pensar.¿Por qué no hace del silencio su mejor aliado en esta sociedad tan ruidosa? En el silencio encontrará la armonía, el equilibrio, la serenidad y, sobre todo, en el silencio encontrará a Dios. Y no se olvide. ¡CON ÉL, SOMOS INVENCIBLES!