Cuba lleva ya dos meses sin el líder de la revolución, Fidel Castro, en el poder y sin haber sufrido cambios en el día a día, mientras su población asiste con normalidad al ejercicio provisional de la Presidencia por parte de Raúl Castro.
Cuba mantiene su ritmo de vida habitual, en medio de una tranquilidad que no se ha visto afectada por el cambio obligado, aunque provisional, al frente de la dirección del país desde el pasado 31 de julio.
Ese día, Fidel Castro informó en una proclama al pueblo cubano que delegaba sus funciones de gobierno en su hermano Raúl y en seis hombres de confianza.