El Barcelona afronta su primer desplazamiento en la Liga de Campeones pendiente del estado de Leo Messi y con el objetivo de ganar por fin al Rubin Kazán, el equipo que la pasada temporada le complicó su pase a octavos de final al sumar cuatro de los seis puntos en sus enfrentamientos directos.
Diez días después de caer lesionado en el Calderón, Messi podría reaparecer en tierras rusas, aunque parece poco probable que pueda hacerlo de partida.
El argentino, con un esguince en el tobillo derecho, ha completado los últimos dos entrenamientos con el grupo, pero su vuelta al once parece al menos prematura, pues los médicos le pronosticaron un mínimo de dos semanas de baja. Si Messi se queda en el banquillo o en la grada, Iniesta podría jugar más adelantado para completar la tripleta atacante con Pedro y Villa.