El extremo argentino Ángel Di María dio ayer la victoria al Real Madrid, con un gol en el minuto 81, ante el Auxerre (1-0), en un espeso partido de Liga de Campeones que evidenció de nuevo las carencias de los madridistas en ataque.
La entrada de Di María en el segundo tiempo deshizo el atasco del Madrid durante buena parte del partido y, con un disparo cruzado, consiguió marcar el gol del triunfo ante un Auxerre que dio más de un susto a los blancos con sus contraataques y hasta dispuso de un palo.
Mourinho planteó una variante táctica, un 4-3-3, con la anunciada entrada en el once de Karim Benzema. Sacrificó a dos de sus jugadores más creativos, el propio Di María y Özil, para tener más pegada arriba con un tridente que formaron Higuaín, el francés y Cristiano Ronaldo, aunque luego tuvo que rectificar.
Amante del orden y de la organización defensiva, -el Madrid sólo ha encajado un gol en liga-, Mourinho se cubrió las espaldas con un "trivote" de corte defensivo, con Lass Diarra, Khedira y Xabi Alonso, un trío de jugadores con más músculo que precisión.
El resultado fue que el Madrid echó en falta los pases interiores de Özil y el desborde de Di María, porque se atascó en un campo, el Abbé Deschamps, pequeño, estrecho y casi sin espacios por la buena disposición defensiva de los de Jean Fernández, que acumuló muchos defensores en su propio campo.