El empresario Alberto Motta murió a los 90 años de edad el lunes en la noche, y dejó una numerosa familia, que se ha caracterizado por sus iniciativas en el mundo de los negocios, como francos herederos de este fructífero tronco familiar.
Según informaron sus allegados, los restos mortales del desaparecido hombre de negocios recibirá hoy sus honras fúnebres en la Congregación Kol Shearith Israel, ubicada en Costa del Este.
Durante su sepelio se espera que asistan altos representantes del gobierno, personalidades del mundo de la política, los negocios, la cultura y miembros del cuerpo diplomático acreditados en Panamá.