El Foro Nacional de Autoridades Locales y Municipales, que liderizara el Presidente Martín Torrijos hace poco en Río Hato, para muchos, fue una significativa búsqueda de los orígenes del Partido Revolucionario Democrático y que se desarrolló con intensidad en las décadas de los 60 y 70.
En esos años, se hablaba de vencer la desesperanza a través de la participación popular. Pero, el tema no ha perdido vigencia. Los políticos de América Latina en general, están mas conscientes que nunca, que es menester corregir algunos errores, como la falta de comunicación entre gobernantes y gobernados. Para algunos analistas, esta incomunicación, seria la que deprime el interés por encontrar las soluciones de los problemas que padecen las comunidades.
El Presidente de la República, anuncio en Río Hato, millones de balboas para entre otras cosas, la instalación de computadoras en escuelas primarias, de talleres de capacitación y en fin algunos instrumentos para resolver los problemas más importantes y urgentes de una vergonzosa cantidad de la población, que no tiene los suficientes recursos económicos para tener una vida digna.
A pesar que la sociedad desconfía del manejo de los dineros por parte de los gobiernos locales, si se supera este escollo, la descentralización puede convertirse en un medio para reforzar la debilitada credibilidad de las instituciones del Estado y además, en un medio que fortalezca la divulgación de la gestión gubernamental.
Las Naciones Unidas está avalando estos esquemas, ya que de alguna manera, se impulsa el concepto de la auditoria ciudadana.
Una acción que se desarrolla sobre cuatro prácticas democráticas esenciales para una buena institucionalidad: la cultura cívica, la participación ciudadana, la rendición de cuentas y el trato al ciudadano.