Estaba en una fiesta con su pareja sentimental, cuando de pronto se soltó una balacera que lo mandó al hospital con el rostro y el cuerpo lleno de perdigonazos.
El hecho se dio en una de las multis de relleno, en Curundú, la madrugada de ayer domingo. Raúl Sinclair, de unos 25 años, fue conducido en un patrulla de unidades del Control de Multitudes, acompañado de su mujer, a la sala de urgencias del Hospital Santo Tomás, a las 2:30 a.m. de ayer.
Aparentemente el hombre participaba de la fiesta en una de las multis verdes del área, cuando se desató una balacera en el lugar, saliendo él con el rostro lleno de perdigonazos, así como otras partes de su anatomía.
Las autoridades trabajan en las investigaciones para aclarar el suceso y poner a buen recaudo a los responsables del hecho que pudo costar la vida a Sinclair y otros acompañantes de la festividad.
Las balaceras son el pan de cada día en la zona.