El fútbol se juega 90 minutos y más, por ello hay que estar preparado para correr y darlo todo en la cancha hasta el pitazo final, pues la preparación que tenga el equipo será importante y el personaje que se esconde detrás de esto también lo será.
En el caso de nuestra selección reposa en Julio César Toral Rodríguez, a sus 34 años, esta labor. Él, originario de esa tierra colombiana, Antioquia, Medellín, es licenciado en educación física. Por esto y más, Crítica conversó con este personaje.
CRITICA ¿CUAL HA SIDO LA RESPUESTA ATLETICA DE LOS JUGADORES DE LA SELECCION?
Toral: Estoy muy contento por el trabajo que ellos han asimilado, pues para nadie es un secreto que la debilidad del fútbol en Panamá es la parte física, porque no tienen una estructura de base. Afortunadamente me he encontrado con jugadores que han estado dispuestos a dar lo mejor de ellos.
¿EN QUE SE BASA LA RUTINA DE ENTRENAMIENTOS?
Es un trabajo en el que siempre se busca una sola unidad de entrenamiento, en el fútbol no podemos aislar la parte técnico táctica de la física.
¿LUGAR FAVORITO DE ENTRENAMIENTO?
Al futbolista hay que entrenarlo donde juega, para mí el Rommel Fernández.
¿EXISTE EVOLUCION DE LA SELECCION QUE ENCONTRO A SU LLEGADA Y LA ACTUAL?
La evolución ha sido satisfactoria, se ha ganado de ellos credibilidad, creen en ellos mismos y saben que son capaces de lograr lo que quieren.
EN COMPARACION CON LOS RIVALES, ¿COMO NOS CALIFICA FISICAMENTE HABLANDO?
Contra el Salvador fuimos mejores los 90 minutos. Contra Jamaica por su biotipo parecen más fuertes, pero dentro de la cancha estuvimos parejos. Contra Estados Unidos son biotipos parejos y en la cancha los superamos corriendo.
¿HAY PROBLEMAS CUANDO SE PARA LOS ENTRENAMIENTOS POR LA ANAPROF?
El rendimiento se debilitaría si cuando ellos regresan no le exigiéramos, porque en la Anaprof, con el respeto que se merecen, no hay una exigencia del 100% en lo físico. Nosotros les damos cargas de trabajo elevadas y optimas, así la curva de rendimiento no cae, los compensamos.
¿COMO SE SIENTE TORAL DEL TRABAJO QUE HA REALIZADO HASTA EL MOMENTO?
Me siento contento por el rendimiento que ha tenido la selección, satisfecho, todavía, porque pienso que podemos dar más, espero más de ellos, pero estoy contento con la respuesta de los jugadores, el trabajo no sólo ha sido de Toral, es un trabajo interdisciplinario, con el profesor Hernández y Núnez, donde se discute lo que se va a hacer, donde hay respeto por el espacio de cada uno. Al jugador no hay que tenerlo al 100%, sino al 120%.
¿CUAL HA SIDO EL MOMENTO MAS IMPORTANTE CON LA SELECCION?
Sin duda alguna fue el gol de Julio Dely frente a Jamaica y el gol de Roberto Brown frente a Estados Unidos, esto fue historia y hay que pensar en lo que viene.
¿Y EL MAS FRUSTRANTE?
El partido contra El Salvador veía claro el empate, fue un golpe duro. Y el empate con los “gringos”, fue muy frustrante.
PARTE DE SU HISTORIA
Empezó en “El Bello Fútbol Club”, de segunda división, en su natal ciudad, en 1995. Su primera experiencia fue como segundo preparador físico y como quinesiólogo, tres años después llego a su primer equipo profesional, el Envigado Fútbol Club.
Del fútbol colombiano pasó a Venezuela al Vigía Fútbol Club, “fue un trabajo importante porque se hizo con las uñas”.
Luego volvió a Colombia y trabajó con las categorías del Independiente de Medellín por casi tres años, allí estuvo en la Copa Libertadores y fue campeón colombiano.
Trabajó como segundo preparador con la selección sub-20 que fue a Emiratos Árabes Unidos, alternando con el profesor Eduardo Velasco.
“Ahora se me da la oportunidad de estar en Panamá, cuando recibí la oferta nunca pensé en decir que no”, destacó el preparador.
Y es que este colombiano es uno de los hombres más apasionados de la banca panameña, vive y ama su profesión, ahora sostiene esta importante responsabilidad de preparar a un grupo de jugadores con objetivo claro, clasificar a la siguiente ronda. Claro, el fútbol es más que correr y saltar, pero en el caso de Panamá, debemos estar científicamente preparados, ese es el compromiso de Julio César Toral.