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El acto sexual auténtico, verdadero, es simultáneamente físico, psicológico y espiritual.  |
Sabe usted que el sentirse atraído físicamente hacia alguien del sexo opuesto, no es sino el primer paso que se ha de vivir para llegar a conocer el verdadero amor... ¿Está usted convencido de esto?... averigüemos.
Cuando jóvenes y adultos descubren que dentro de su corazón y de su mente le rodean mariposas, sin duda alguna empiezan a rondarle muchas preguntas, las cuales tienen un 50% de verdad y otro 50% de ingenuidad, muchas de ellas son: ¡Quedé flechado son sólo verlo!... ¡Fue amor a primera vista!... ¡Cuando lo vi por primera vez, supe que pasaríamos juntos el resto de nuestras vidas!... en fin.
Pero no se apure, la lista puede ser interminable pero, la pregunta importante es... ¿Realmente es posible enamorarse de alguien en un primer encuentro?...
Según Adriana Alvarez, psicóloga, habría que decir que el verdadero amor difícilmente podría surgir en un único instante, ya que es el fruto del trato y del conocimiento mutuo que se va dando entre dos personas que han dispuesto sus vidas por común acuerdo para compartir lo que podríamos llamar un "proceso de enamoramiento".
Dijo que como su nombre lo dice, no se da en el aquí y el ahora, sino a través del tiempo y del trato entre dos seres humanos que se consideran que pueden llegar a tener algo en común y poseen ambos la disponibilidad para conocerse más profundamente. Aseguró que quizás entonces y sólo entonces, llegar a quererse.
Explicó que el sentirse atraído físicamente hacia alguien del sexo opuesto, no es sino el primer paso que se ha de vivir para llegar a conocer el verdadero amor, pero fijar una relación en este hecho, es como querer construir una casa sobre arenas movedizas.
La entrevistada señaló que a este primer momento o motor que mueve a la pareja a querer seguir juntos, los estudiosos le han dado un sinfín de nombres: "La mirada de las miradas", "el encantamiento", u otras frases que le definirían mejor.
Alvarez define el desenvolvimiento de la relación a partir de esta etapa inicial de la siguiente manera: El amor entre dos personas emerge de la atracción física en un principio. Del plano físico va transitando al psicológico y de éste, al espiritual.
Ella considera que el anzuelo del principio suele ser casi siempre físico... Las relaciones entre amor y sexualidad no es que sean estrechas, sino que la una entra directamente con la otra. Y a su vez, en su seno vibran con fuerza todos y cada uno de los ingredientes que nutren lo mejor del ser humano: Lo físico, lo psicológico, lo espiritual y lo cultural.
Además dijo que es aquí, en el encuentro sexual, lo que se destaca y toma el mando es la emoción placentera del goce del acto sexual, quedando algo relegadas las otras tres dimensiones, pero envolviéndolo todo. Por eso hay que volver a subrayar que la relación sexual es un acto íntimo de persona a persona, nunca de cuerpo a cuerpo.
¿Qué quiere decir esto?... señaló que sencillamente que cuando al otro se le trata sólo como ser físico, portador de un cuerpo, se ha escamoteado la grandeza del amor y su profundidad, que es lo que pasa hoy en algunas ocasiones.
Y continúa diciendo: "El cuerpo es algo personal, particular, propio. Este debe ser integrado en el conjunto de la personalidad... Amor personal comprometido, estable, que vincula a lo corporal, a lo psicológico y a lo espiritual. Dicho en términos más rotundos: El acto sexual auténtico, verdadero, es simultáneamente físico, psicológico y espiritual. Los tres participan paralelamente en esta sinfonía íntima, misteriosa, delicada y que culmina con la pasión de los seres que se funden en un abrazo... La sexualidad no es algo puramente humano, un placer ligado al cuerpo, sino que mira a lo más íntimo de la persona...
Acotó que la sexualidad es una pieza integradora de los planos físico, espiritual, psicológico y cultural. Visión del hombre completo. Si la vocación principal del hombre es el amor, toda la vida sexual debe vertebrarse en torno a él... Por eso, ese amor que se esfuerza por mejorarse a sí mismo, perfecciona y conduce a superarse a sí mismo dando salida a valores típicamente humanos: Generosidad, donación, confidencia, capacidad para hacer la vida agradable al otro evitando el egoísmo y el pensar demasiado en uno mismo."
La entrevistada manifestó que el amor y la sexualidad han de formar un binomio inseparable que requiere nutrirse y complementarse mutuamente. "La sexualidad de la persona, no debe reducirse a una simple genitalidad".
Antes de concluir aseguró que cuando una persona se entrega físicamente al ser amado, no pone en juego únicamente su cuerpo, es más bien una donación que involucra la totalidad de lo que es, independientemente del cuerpo que tenga, el cual, es a su vez el medio óptimo para exteriorizar y poder comunicar todo aquello que llevamos dentro a través de las palabras que encarnan nuestros pensamientos y del lenguaje corporal no verbal que muchas veces logra decir más que mil palabras.
Es por ello, finalizó, que la fusión de dos cuerpos unidos por motivos de amor y compromiso, se convierte en diálogo de intimidades que en exclusiva se dan a conocer mutuamente en una entrega de personalidades, corazones e inteligencias que por un momento se funden en "una sola carne". |
