El virtual lanzamiento de la candidatura presidencial de Martín Torrijos Espino en el pasado congreso del Partido Revolucionario Democrático (PRD) evidenció muchas realidades. Por un lado, fue notable que el posible candidato perredista reinsiste en lanzar arengas políticas contra el gobierno, criticando su accionar, algo que ya todos sabemos, además de que prometió ideas vagas de cómo resolver los asuntos nacionales, si triunfa en el año 2004.
Pero el supuesto gran liderazgo de Martín Torrijos volvió a sufrir la traición de varios legisladores, en especial eso fue evidente en la pasada elección de la directiva del Parlamento panameño el 1 de septiembre. Como a ciertos diputados del PRD sólo les interesan las partidas circuitales, o los dineros comunitarios que les vaya a dar el gobierno para "apalear los problemas en los sectores donde son concurrentes los legisladores, los "padres de la Patria" electos por los seguidores de Omar Torrijos decidieron apoyar al "traidor" Carlos Titi Alvarado y "desafiar la línea del partido.
Bueno, en una plena democracia parlamentaria, como las que hay en Canadá, Estados Unidos, Japón o Europa, uno puede aceptar que los diputados tengan derecho al libre pensamiento, sin obedecer los lineamientos del colectivo. Pero en Panamá no hemos avanzado mucho en eso, además hay que recordar que los partidos políticos responden a códigos internos que deben responder todos los miembros de estas agrupaciones, incluyendo a los legisladores.
A mí no me sorprende que los dos legisladores perredistas del Circuito 8-9 hayan votado por "la nómina arnulfista de Alvarado". Ni modo, nunca se les ven en el circuito y hasta las mismas bases del PRD los cuestionan por ser indiferentes con sus compañeros. ¿Qué hará Martín Torrijos para enfrentar el desafío de los legisladores oportunistas en el PRD?
Hace poco, visitaron la redacción de este diario varios representantes de la campaña de Martín Torrijos y les expusimos lo arriba mencionado.
Igualmente, les dijimos que el liderazgo de Martín es casi imperceptible, y debería ser más fuerte, más decidido.
He allí el problema: Martín Torrijos ha sido blando con los legisladores. Por supuesto, no todos los diputados del PRD son malos y algunos trabajan por sus comunidades.
Otros hacen buenas leyes y conocen sobre la realidad nacional. Pero es necesario castigar a los oportunistas, pues evidencian que sólo les interesa pelechar de las ocasiones estratégicas de la política electorera istmeña. Esos elementos no son de confiar, ni por el mismo PRD, incluso el Arnulfismo no les tomará en serio en el momento de realizar acuerdos o propuestas de consenso entre los órganos Ejecutivo y Legislativo.
Martín Torrijos tiene todavía dos años para "adecentar" al PRD de los malos legisladores, antes que sigan deteriorando la imagen del colectivo. Confiamos en que esto será realidad, pues sabemos que el partido de Omar tiene gente y líderes serios, con visión y afán de ayudar al pueblo panameño. |