Las dos Coreas iniciaron ayer, de forma simultánea, las obras para restaurar dos líneas de ferrocarriles cortadas tras la guerra civil que divide el país desde 1953.
Ambos países celebraron sendas ceremonias para el comienzo de los respectivos tramos cortados de la línea ferroviaria Kyongui, que unirá Seúl, Pyongyang y Sinujui, y que acordaron terminar antes de que finalice este año. Las obras en Corea del Sur, que se terminaron en parte en abril pasado, tienen pendiente sólo un tramo de 1,8 kilómetros. En el Norte, país comunista, una ceremonia similar tuvo lugar en la localidad de Kaesong.
La otra línea ferroviaria, que recorre la costa oriental, une en un trayecto de 27 kilómetros la ciudad surcoreana de Jojin, en la provincia de Kangwon, con el pueblo norcoreano de Onjongkag, cerca del monte Kumgang.
De la línea oriental que, según algunos expertos, podrá ser conectada con el Transiberiano ruso, a Corea del Sur le faltan por reconstruir unos 9 kilómetros, mientras que Corea del Norte deberá rehacer casi el doble de esa longitud.
La ruta oriental servirá además para que los turistas surcoreanos viajen por tierra al monte Kumgang y facilitará las reuniones de familias separadas por la frontera, afirmaron las fuentes oficiales. |