El obrero de la construcción Jorge Poveda, de 55 años, pasó el susto de su vida cuando el muro de una residencia se le vino encina, aprisionándole las piernas.
Poveda era uno de los trabajadores que realizaba los primeros movimientos de tierra para una construcción en Calle Primera Hato Pintado, la mañana de ayer, lunes, cuando la pared se desplomó.
Los trabajadores, al parecer excavaron demasiado pegado al muro de la casa de al lado.
Poveda quedó con lesiones severas en las piernas, pero sin aparentes fracturas porque antes del muro, primero le cayó tierra encima.
Fue llevado al hospital.