Familiares de Aníbal Ortega, de 27 años, asesinado con 21 puñaladas, denunciaron que el cadáver estaba putrefacto porque en la morgue no lo guardaron en un sitio frío.
Margarita Ortega, hermana del hoy occiso, dijo que ahora su madre, familiares y amigos no podrán verlo por última vez porque su cuerpo ya tenía hasta gusanos. "Era blanco y estaba totalmente negro", aseguró.
Aníbal organizaba actividades positivas en Colón y siempre se le conoció como una persona honrada, amable y sincera.
Por su parte, el doctor Marcelino Caballero, director de Salud en Colón, informó que se realizan reparaciones en la morgue para evitar que familiares tengan que pasar por esas situaciones.