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El cadáver fue trasladado en hamaca. El lugar es de difícil acceso. (Foto: Jaime Saldaña / EPASA)
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Con un cuchillo en la garganta terminó la vida de la joven Josefa Montezuma, de 12 años, en lo que parece haber sido un accidente.
La adolescente, que cursaba el Sexto Grado, cortaba matas de bijao con su madre, en un terreno cercano a su casa en la comunidad de Cenipita, corregimiento de Cerro Puerco, en la comarca Ngobe Buglé.
Era la tarde del jueves cuando ocurrió el suceso fatal. El camino por donde la muchacha iba con su madre, estaba resbaloso, como es la mayoría en ese sector, sobre todo para esta época lluviosa.
La madre, que caminaba un poco más adelante, escuchó el grito de la hija, y cuando llegó a donde estaba, sus ojos vieron la triste escena: El cuerpo sobre el lodo del camino con el cuchillo de cocina enterrado en la garganta.
A un lado de la estudiante que falleció casi instantáneamente por la profundidad de la herida, se encontraba un hermano de dos años, quien la acompañaba.
Por lo lejano del lugar, fue hasta ayer, viernes, que las autoridades del Ministerio Público realizaron el levantamiento del cadáver de la joven, el cual, después de la diligencia, tuvo que ser cargado en hamaca hasta la comunidad de Oma, donde el vehículo fúnebre lo esperaba para su traslado a la morgue.
Utilizando una cañaza verde donde iba amarrada la hamaca de hilo y una manta que cubría el cadáver, dos tíos de la menor caminaron unas 3 horas y media para llegar hasta la salida más cercana. Después de bajarse de un caballo que los transportó al lugar de los hechos, el Licenciado Hernán Mora, enviado por el Ministerio Público para las diligencias, señaló que hasta el momento la investigación indica que la muerte de Josefa Montezuma, fue accidental.
Se dijo que el lugar donde ocurrió la muerte de la adolescente indígena, que en noviembre cumpliría 13 años, hay una pendiente que también pudo haber influido en la caída que provocó el entierro del cuchillo.
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