El Papa Benedicto XVI acompañado de su hermano, Georg, visitó el cementerio de Ziegetzdorf, en Regensburg, donde oró durante unos minutos ante la tumba en la que reposan los restos de sus padres y única hermana, María.
Fue uno de los momentos más íntimos y emotivos de su viaje de la memoria por su Baviera natal, que concluye hoy.
Arrodillado y teniendo a su lado a su hermano, de 82 años -que estuvo de pie y apoyado en un bastón- el Papa Ratzinger se recogió en oración durante un rato ante la tumba, cubierta de flores blancas y rosas rojas.
La tumba de los Ratzinger destaca en el cementerio por el color de la piedra. Es blanca y resalta entre las de alrededor, casi todas de color gris o negro.
La tumba es sencilla y a los lados de la cruz tallada en la piedra están escritos los nombres de Joseph Ratzinger padre, fallecido en 1959; la madre María, fallecida en 1963 y la hermana, también llamada María, fallecida en 1991.
El padre era gendarme y su madre cocinera. Según desveló un diario alemán en estos días, se conocieron gracias a un anuncio que puso el progenitor en un diario, en el que buscaba mujer religiosa, que supiera cocinar, entre otras cosas.