El brasileño Gilberto Silva, con un gol de penalti, y el checo Thomas Rosicky, con un auténtico golazo, le dieron ayer la victoria al Arsenal por 2-1, a domicilio contra el Hamburgo, en su primer partido de la Liga de Campeones.
El partido sólo pudo parecerse a lo que se debieron imaginar los dos entrenadores los primeros diez minutos de la primera parte. Hasta ahí, todo lo que había ocurrido podía resumirse en una llegada del Hamburgo, culminada con un buen remate de zurda de Daniel Ljuboja que salió desviado, y la búsqueda del contragolpe por parte del Arsenal.
En el primero de esos contragolpes que tuvo éxito, el holandés Robbie Van Persie fue derribado en el área.