Los piercings, al igual que los tatuajes, han ido de la mano en diferentes tribus, es decir que ambos existen hace miles de años.
En las tribus de África se perforan las orejas y aquí en Panamá las indias kunas se perforan su nariz, mencionó Wilson, de Panamá Tattoo.
Él dice que para colocar un piercing hay que limpiar el área con jabón antibacterial, se procede a medir para determinar de qué punto a qué punto se va hacer la perforación, tomando en cuenta qué tan larga sea la joyería. Luego, con una pinza se agarra una parte de la piel donde se va a colocar el piercing, para sujetar y tener la guía exacta donde va a pasar la aguja.
Una vez pasada la aguja de un punto a otro, entonces pasa el piercing empujando la aguja, quedando el piercing puesto y la aguja fuera, y finalmente se enrosca la bolita. Por lo general todas tienen dos bolitas que es el seguro para que no se salga.
El ombligo y la lengua son los lugares predilectos de las damas para colocarse un piercing, mientras que los hombres, aparte de preferir la lengua, se inclinan por las cejas. Wilson agregó que la higiene que debe tener la persona que se coloca un piercing debe ser constante y diaria.
También existen los implantes, donde el piercing va dentro de la piel, haciendo un pequeño corte, se mete la joyería dentro de la piel y se vuelve a cerrar.
Es valioso utilizar joyería de calidad, que no tenga níquel porque éste tiende a infectar la piel.