Tal vez la tenga en su casa y ni siquiera le ha dado importancia, pero la tiene. Además de su sabroso sabor la chirimoya es recomendada en casos de desnutrición y problemas digestivos.
Entre sus propiedades aparece la de disminuir el peso, emoliente y refrescante.
Su componente mayoritario es el agua. Destaca su aporte de hidratos de carbono, entre los que predominan la glucosa y fructosa.
Es pobre en grasas y proteínas, pero dado su alto contenido de azúcares, su valor calórico es bastante elevado.
Respecto a otros nutrientes, es buena fuente de potasio y vitamina C.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Además cumple una función antioxidante.
Su aporte de fibra mejora el tránsito intestinal y beneficia a múltiples alteraciones y enfermedades.