El suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, dijo ayer que confía en que se produzca un acto público de reconciliación entre Zinedine Zidane y Marco Materazzi, que protagonizaron la jugada más polémica de la final del Mundial, en la que el capitán francés le dio un cabezazo en el pecho al defensa italiano, en respuesta a los insultos de éste.
"Definitivamente, estamos trabajando en eso, para reunir a Zidane y Materazzi y acabar con esta historia", dijo Blatter en Berlín, donde se juntará a los seleccionadores de los conjuntos que disputaron el pasado Mundial.
Una de las ideas es que ambos acudan a Robben Island, en Sudáfrica, donde estuvo encarcelado 27 años Nelson Mandela.