EDITORIAL
Dos problemas del sector Salud
Una tibia reacción ha tenido las autoridades del Ministerio de Salud y de la Caja de Seguro Social, sobre la alarmante noticia de que 26 pacientes de hemodiálisis han muerto en España, al ser atendidos con equipos Baxter. Los citados aparatos que se usan en el tratamiento de enfermedades renales, también se emplean en clínicas privadas y públicas en nuestro país, pero las autoridades de Salud parecen no darle mucha importancia a lo acontecido con las máquinas Baxter, Modelo Altena-18.
No hay que olvidar que hace varios años se produjeron 14 muertes de pacientes que se atendían en la Unidad de Hemodiálisis en el Complejo del Seguro Social, pero al conocerse por los cables internacionales la noticia difundida por la prensa y televisión española, lo menos que se espera del Ministerio de Salud es una investigación profunda sobre los efectos de las máquinas marca Baxter del modelo señalado, que han llenado de preocupación al pueblo panameño. De comprobarse que este modelo sigue en uso en Panamá, se espera que las autoridades de Salud retiren dichos aparatos, porque constituyen una potencial amenaza a los pacientes enfermos de los riñones. Los intereses creados de las grandes compañías no deben ser obstáculos cuando se trata de la salud de los asociados.
Por otra parte, al Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, se les está incubando un problema al pretender cambiarle el nombre del Dr. Emilio Castro Cumpiano por el de Miguel Cárdenas a la nueva policlínica de Las Tablas. El Dr. Castro fue el primer médico que llegó a la provincia de Los Santos y desarrolló una encomiable labor en el área rural, por lo que por derecho propio el hospital fue honrado con su nombre. Ahora se pretende que ese edificio restaurado se llame Dr. Miguel Cárdenas, un médico también meritorio que era padre del actual ministro de Vivienda del mismo nombre, lo que rechaza el pueblo tableño, que detecta un movimiento político en esa iniciativa.
Los que propugnan por este cambio deben tener mucha cautela porque los galenos que fueron pioneros en la medicina del área rural, no se pueden desterrar de la mente y el corazón de los pueblos interioranos como lo fue también el Dr. Rafael Estévez, en Aguadulce. El Dr. Castro vive en el recuerdo del pueblo tableño y la intención de cambiarle su nombre a la institución de salud constituye un acto desafortunado. Dejamos estas inquietudes a las autoridades de Salud, conscientes que no cometerán ningún desacierto contra la salud ciudadana.
PUNTO CRITICO |
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