CUARTILLAS
Superación

Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
Ahora que el nuevo
gobierno tiene buenos deseos por arreglar problemas sociales,
es conveniente señalar la existencia del "espíritu
de superacion", en algunas personas.
Este espíritu "hace la diferencia" entre
panameños que pueden lograr mejorar sus condiciones de
vida, y quienes fracasarán por más dinero que les
den instituciones del Estado.
Muchos expertos dicen que siempre habrá pobreza en
los países de poco desarrollo, e incluso en los de mucha
riqueza. Esto parece ser cierto, y quienes hayan visitado Estados
Unidos, Europa y Asia, notarán que hay pobres nadando
en medio de la abundancia.
En los países subdesarrollados, mejorar las condiciones
de vida es más difícil que en los lugares donde
hay muchas riquezas y empleos. Pero no es imposible conocer casos
de personas que, gracias a su espíritu de superación
pueden elevarse como ciudadanos. A estas personas hay que estudiarlas
para conocer qué los motiva, cómo actúan
y lo que hacen para desarrollarse.
A mí me gustaría estudiar el caso de un panameño
que hace poco más de un año comenzó un negocio
de fumigación. Al principio no tenía casi nada,
apenas unos pocos artefactos y mucha imaginación. Este
hombre hizo unas hojas volantes anunciándose, con unos
mensajes de tanto impacto, que en un año logró
tener camión, celular, beeper y está lleno de trabajo.
Se le nota exitoso, lleno de optimismo, "echando para
adelante" y su carrera es digna de admiración.
Mientras esto ocurre, otros panameños se la pasan vegetando,
lamentándose, soñando con que Doña Mireya
les consiga un puesto público para salvarse. Estoy seguro
que ese pequeño empresario no asistió a ninguna
conferencia de motivación personal, reingeniería,
ni modernización y administración por objetivos.
Pero en la práctica, él ha demostrado que sabe
hacer dinero.
También me gustaría que los expertos estudiaran
el caso de un trabajador manual, que casado y con hijos, decide
hacer la secundaria estudiando por la noche. Algunos de sus compañeros
se burlaron, porque creían que perdía el tiempo.
"Estas muy viejo para estudiar", le dijeron para convencerlo
de que no buscara la superación.
Y cuando terminó la secundaria, esos mismos compañeros
que no siguieron su ejemplo, se burlaron otra vez al enterarse
que pensaba ir a la Universidad. Hoy ya no es un trabajador manual,
sino un licenciado que incluso es consultado por estudiantes
que hacen tesis sobre su especialidad. Por supuesto que esos
compañeros negativos, sin espíritu de superación,
siguen ganando un bajo salario, sin que nadie los tome en cuenta
en la institución donde laboran.
Sería bueno analizar a fondo, qué motivó
a esa persona a estudiar, ante los obstáculos y burlas
de todos los demás.
Casos como los mencionados hay muchos en Panamá y otros
países pobres. Esa gente exitosa que vino de abajo, merece
convertirse en ejemplo para la cantidad de seres humanos negativos
y flojos, que nunca alcanzarán a vivir mejor.
El nuevo gobierno podrá gastar millones de balboas
y tener la mejor buena fe, pero si no encuentra personas que
deseen superarse, no logrará mejorar las condiciones de
vida de los panameños pobres.
A veces pienso que pobres hay porque no "ven más
allá de sus narices" y no desean superarse. Aunque
me digan que es difícil dejar la pobreza, sé de
muchos casos de gente que sí lo logró. Esto indica
que no es imposible si se tiene ese ingrediente especial que
yo llamo "espíritu de superación".
Si se pudiera embotellar el "espíritu de superación",
acabaríamos con la pobreza en Panamá.
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