EDITORIAL
Efemérides
olvidadas
Entre las efemérides
patrias que han sido olvidadas está el descubrimiento
del Mar del Sur, cuya hazaña mereció para los hispanos
el expansionismo territorial.
El adelantado del Mar del Sur o Caballero del barril como
lo catalogaban algunos historiadores, fue el primer europeo que
vio las tranquilas aguas del Mar Pacífico, ya que fue
Panquiaco, un cacique indígena.
Fue quien informó a Balboa de la existencia de ese
mar que culminaría con la conquista del imperio de los
incas, llevada a cabo posteriormente por Francisco Pizarro, Diego
Almagro y Hernando Luque.
Muchos homenajes se le han hecho a Balboa en nuestro país,
hecho que cuestionan nuestros aborígenes por considerar
que él fue responsable del genocidio que hubo contra la
población autóctona de Abya Yala, que es el nombre
real de América.
Nuestra moneda nacional, un puerto en el Mar Pacifico y un
monumento deslumbrante en la Avenida Balboa, forman parte de
los homenajes póstumos que se le han hecho al Adelantado
del Mar del Sur.
Sin embargo ninguna mención se hace de los hombres
de quienes enteraron a Balboa, de la existencia del Mar del Sur.
Nuestros historiadores han sido mezquinos y no les dan ningún
crédito a nuestros aborígenes. Se adhieren a la
corriente conquistadora y colonizadora con una solidaridad a
la clase dominante, la que después fue la burguesía
criolla. Estos conceptos hay que cambiarlos y respetar la verdad
más auténtica sobre el papel llevado a cabo por
nuestros indios, mal designados así cuando debió
ser ciudadanos panameños Caribes, Chibchas, Kuna Yalas,
Emberas, etc.
En la historia se menciona una mítica ciudad de Acla
que nunca ha sido encontrada y en donde Balboa fue decapitado
por órdenes del Gobernador Pedrarias Dávila. Esta
laguna histórica es una incógnita que hay que despejar
y queremos exhortar a nuestros historiadores a que puntualicen
que el "descubrimiento" del Mar del Sur desde la provincia
del Darién, no fue un hecho aislado. Los darienitas no
recuerdan el suceso, ni existe monumento alguno sobre el episodio
que conmovió al Istmo y dejó huellas dramáticas
en el desarrollo cultural y socioeconómico de Panamá.
Eso debemos tenerlo en cuenta, el 25 de septiembre que para unos
es una hazaña y para otros es una fecha de dolor y sangre.
PUNTO CRITICO |
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